El tema de la lluvia y la humedad siempre son muy significativos a la hora de comprar un toldo. Y más aún si vas a usar un toldo para tu propio establecimiento comercial o para casa.
El dilema de la lluvia para tu propio bien, o el de tus clientes, se soluciona de manera inteligente si lees esta guía de Metalhome sobre los toldos para lluvia donde resolvemos las preguntas más frecuentes y cuales son los tipos más adecuados.
¿Qué tipo de toldo resiste la lluvia?
En el mercado de los toldos, existe una amplia variedad de productos que han sido desarrollados para afrontar el fenómeno climático de la lluvia. Son toldos que poseen la dualidad de ser tanto resistentes al agua, como al mismo efecto del sol.
Por eso mismo, es importante la elección del material de fabricación.
La lona acrílica es el textil más utilizado, dada sus condiciones de impermeabilidad. Ahora bien, si se trata de hablar del diseño, los más implementados para resistir las precipitaciones son los toldos de punto recto.
Esto se debe precisamente a la gran fiabilidad de la estructura y su resistencia al peso.
De modo que cuando el textil se humedece y adquiere un peso adicional, el diseño del toldo de punto recto es propenso a mantenerse en su posición. Esto mismo se ve reflejado en los toldos capota, aunque dada la estructura de este tipo de toldo la resistencia es mayor.
Igualmente, el toldo de brazo invisible puede ser de gran ayuda.
¿Cómo poner el toldo cuando llueve?
¿Poner o no poner el toldo? Claro que hay que ponerlo. Si te decidiste a instalar un toldo es para aprovechar su diseño y utilidad.
Lo que hay que considerar sobre este tema es que el toldo sea instalado de forma que se genere una pendiente en relación al suelo. Es decir, que la lona quede inclinada.
Esto naturalmente obedece al hecho de que un toldo inclinado permitirá que el agua resbale y chorree hacia el suelo. Porque en el caso de que el toldo quede del todo recto, es decir en línea horizontal paralela al suelo, entonces la abundante lluvia afectará a la resistencia de la estructura del toldo.
A la hora de poner el toldo, lo ideal es apoyarse en los sistemas integrados que este posee, tal como ocurre con los toldos de brazo invisible o el toldo de punto recto.
Aquellos toldos que son motorizados son más fáciles de desplegar. Pero incluso aquellos que son manuales se despliegan de manera sencilla.
Así que en ese sentido no tienes mucho de qué preocuparte: a medida que el toldo se va desplegando, la lona de éste mismo se hace cargo de que el agua fluya hasta que se extienda en su totalidad. Lo importante es realizar el despliegue con rapidez.
¿Qué hacer si se moja el toldo?
En el caso de que la humedad llegue a afectar a la estructura del toldo, lo ideal es realizar un proceso de secado a esta misma. Sin embargo, es muy extraño que la estructura de un toldo llegue a mojarse, debido al mismo material de la lona. El diseño de un toldo siempre se piensa en relación a su protección.
Además, generalmente las lonas de los toldos son impermeables, tal como ocurre con los toldos de lona acrílica. En esos casos, el toldo puede recogerse en su totalidad, a pesar de que esté mojado.
Y es que debido al mismo material acrílico, no hay razón para preocuparse por los efectos de la humedad.
En otras palabras, el toldo no tenderá a podrirse. Al enrollarse por completo, el agua que aún permanezca sobre la superficie de la lona, se escurrirá. Más aún: a medida que recoges el toldo, vas a notar que el agua se reúne y empieza a resbalar con mucha notoriedad.
¿Cómo evitar bolsas de agua en toldos?
Algo que puede ocurrir con los toldos, durante los días de lluvia, es que se formen bolsas de agua. Esto ocurre cuando las pérgolas que existen entre tramo y tramo dejan un espacio medio hundido.
El agua se va acumulando, logrando que el tejido se hunda por completo y se genere la bolsa.
Para evitar las bolsas de agua en los toldos lo primero a considerar es tensar por completo la lona. Así se evitará que existan leves ondulaciones en el tejido.
Es una buena solución que además aportará a que la vida útil del toldo sea mayor. Eliminar las arrugas de la lona ayudará a que se haga una filtración adecuada.
Mientras tanto, otra de las opciones más utilizadas es la implementación de ojales dentro de la misma lona. Es una solución muy efectiva, que se ubica justo en la mitad de del cuerpo de la bolsa. El único inconveniente es que este ojal se convertirá en el punto de fuga del agua.
De manera que aunque se evitará por completo la acumulación del agua, si se filtra un porcentaje hacia la zona que debería cubrir el toldo.