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Los toldos son una solución perfecta para protegernos del sol, la lluvia y viento, además de aportar un toque estético y disfrutar de espacios exteriores. Sin embargo, su exposición constante a las inclemencias del tiempo, como el viento, la lluvia, puede ocasionar daños importantes que afecten su funcionamiento y durabilidad.

¿Qué hacer para que los toldos resistan al viento y al mal tiempo?

Para asegurarnos de que nuestros toldos se mantengan en óptimas condiciones durante todo el año, es esencial seguir una serie de recomendaciones que permitan prolongar su vida útil y evitar reparaciones. En este artículo, te ofrecemos consejos prácticos y sencillos para cuidar tus toldos.

Recomendaciones para la durabilidad de los toldos frente al viento, lluvia, nieve y mal tiempo

A continuación, te ofrecemos algunas recomendaciones adicionales para maximizar la protección de tu toldo ante el mal tiempo. Siguiendo estos consejos, podrás mantener tu toldo en buen estado durante más tiempo, asegurándote de que esté siempre listo para usarlo cuando más lo necesites.

Recoge el toldo ante condiciones meteorológicas adversas

Una de las medidas más efectivas y simples para proteger tu toldo es recogerlo cuando se esperan condiciones meteorológicas adversas. En general, los toldos pueden soportar rachas de viento. Sin embargo, cuando el viento es más fuerte, es recomendable recogerlos para evitar que se dañen.

Si tienes un negocio con una terraza cubierta por un toldo, intenta protegerlo de las rachas más fuertes. Para quienes tienen toldos en casa, la mejor opción es recogerlos siempre que haya viento o lluvia.

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Limpieza y mantenimiento regular

La limpieza regular de los toldos no solo mejora su apariencia, sino que también evita el desgaste y la acumulación de suciedad, que puede causar defectos en los materiales. Utiliza agua tibia y jabón neutro para limpiar la lona, evitando productos químicos agresivos que puedan deteriorar el tejido. Un cepillo o trapo es ideal para eliminar la suciedad sin dañar la superficie.

Es importante asegurarse de que el toldo esté completamente seco antes de enrollarlo, especialmente después de una tormenta o de una limpieza. La humedad atrapada puede llevar a la formación de moho y bacterias, lo que a su vez puede deteriorar la lona y generar malos olores. Por ello, después de una lluvia, es importante desplegar el toldo y dejar que se seque al aire libre antes de volver a recogerlo.

Realiza revisiones periódicas

Los toldos, como cualquier otro mecanismo, pueden sufrir desgaste con el tiempo, especialmente si están expuestos a condiciones climáticas adversas. Por eso, es importante realizar revisiones, para verificar el estado de la lona, los brazos y los mecanismos. Si notas algún daño o desgaste, es mejor solucionarlo lo antes posible para evitar que se convierta en un problema mayor.

Contactar con profesionales de los toldos para una revisión puede ser una buena idea. Podemos detectar problemas que no son visibles a simple vista y recomendarte las mejores soluciones para mantener tu toldo en buenas condiciones.

Considera instalar sistemas de protección adicionales

Para proteger aún más tu toldo de las inclemencias del tiempo, considera la instalación de sistemas adicionales como cofres, semi-cofres o tejadillos. Estos sistemas actúan como una capa protectora para la lona y los mecanismos del toldo cuando está recogido, protegiéndolo del sol, el viento, la lluvia y otras condiciones climáticas adversas.

  • Tejadillos: Son estructuras de aluminio que se colocan sobre y alrededor del toldo, protegiendo la lona cuando está recogida.
  • Cofres y semi-cofres: Estos sistemas ofrecen una mayor protección, ya que el toldo se guarda en una caja de aluminio cuando no está en uso. Los cofres protegen todos los componentes del toldo, incluidos los brazos y los mecanismos, mientras que los semi-cofres cubren principalmente la lona.

Utiliza toldos impermeables y telas con tratamientos especiales

Aunque la mayoría de los toldos están diseñados principalmente para proteger del sol, existen modelos impermeables que ofrecen una mayor protección contra la lluvia y el viento. Estos toldos están fabricados con materiales resistentes al agua y al moho, como lonas acrílicas resinadas o tejidos con tratamientos antibacterianos, que ayudan a prolongar su durabilidad y a prevenir el crecimiento de hongos y bacterias.

Si vives en una zona con condiciones climáticas adversas frecuentes, considerar la instalación de un toldo impermeable puede ser una excelente opción. Estos toldos no solo ofrecen protección contra la lluvia, sino que también son más resistentes al viento y al sol.

Añade sensores de lluvia y viento a los toldos motorizados

Para quienes tienen toldos motorizados o eléctricos, una opción práctica es la instalación de sensores de lluvia y viento para hacer un toldo automatizado. Estos sensores detectan automáticamente las condiciones climáticas adversas y envían la orden de recoger el toldo, sin necesidad de intervención manual. Esto no solo facilita el mantenimiento, sino que también proporciona una protección constante y preventiva para el toldo.

Proteger tu toldo del viento, la lluvia y otras condiciones climáticas adversas no es algo complejo como hemos visto. Siguiendo estas recomendaciones y manteniendo un cuidado regular, puedes prolongar la vida útil de tu toldo y asegurar que esté siempre listo para su uso.